Descripción: Tras la pandemia de COVID-19, inevitablemente algunas empresas de América Latina se fueron a la bancarrota y subió el desempleo en medio de una crisis, catalogada por la BBC, como “la peor desde la Gran Depresión de 1929”. Sin embargo, la mayor parte de los países de la región activaron planes de emergencia, negociaron ayuda financiera y utilizaron todas las municiones disponibles para enfrentar lo que seguía. Daniel Titelman, director de la
División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), explicó para la BBC los cinco efectos graves que la pandemia tiene en las economías de la región:
1. Desplome económico de sus principales socios comerciales. El descalabro económico en Estados Unidos afecta a toda la región, especialmente a México y Centroamérica a través del comercio, pero también con las remesas. Y lo que ocurra en China también se siente de inmediato, porque es el socio más importante de muchos países de Latinoamérica y uno de los principales compradores de materias primas.
2. Caída de los precios de las materias primas. La baja en el precio de éstas afectó las arcas de muchos países de la región, y el que se robó el protagonismo fue el petróleo. No sólo por el efecto coronavirus, sino por la guerra de precios entre los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudita y Rusia. El conflicto hizo que el precio del barril bajara a niveles históricos llegando a cerca de 20 dólares a fines de marzo, el mínimo en los últimos 18 años, afectando directamente a países como Colombia, Venezuela, Ecuador y México.
3. La interrupción de las cadenas de producción a nivel global. Como el mundo se cerró, hubo una interrupción de las cadenas de suministro. Por la pandemia, los países más afectados por la interrupción de estas cadenas fueron México y Brasil, cuyos sectores manufactureros son los más grandes de la región. Por ejemplo, el sector automotriz en México. 4. Menor demanda de servicios turísticos. La menor demanda de servicios de turismo dejó sin oxígeno a países que dependen de esta actividad. Es el caso de países, como México, República Dominicana o Cuba.
5. Fuga de capitales y devaluación de las monedas. Como suele ocurrir en tiempos de crisis, se produce una fuga de capitales porque los inversores no quieren correr riesgos y eso es precisamente lo que ha estado pasando en la región. La salida de dólares empujó una gigantesca devaluación de las monedas, con caídas del real brasileño, el peso mexicano y el peso colombiano. Por su parte, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), mencionó que el coronavirus creó una crisis financiera como ninguna otra, al revelar que más de 90 países recurrieron al organismo para solicitar ayuda. “Esta es, en mi vida, la hora más oscura de la humanidad”, afirmó.
Sin duda, esta crisis provocada por la pandemia dejó en evidencia la falta de protección social, el deterioro de los sistemas públicos de salud y la desigualdad en la región. ¿Cómo será la vida después del virus? ¿Provocará un cambio permanente en la forma en que vivimos, tanto en nuestros trabajos como en nuestro tiempo libre, en la forma en que nos comunicamos, compramos, viajamos y nos entretenemos? Y a mayor escala, ¿cómo afectará al orden mundial?