D. Andrés Juan Dolón Payán
Résumé: La seguridad es una necesidad básica y desde sus orígenes está relacionada con la preservación de la vida y las posesiones. Podemos afirmar que se trata de una tendencia natural del hombre hacia el mayor grado de certidumbre posible en la consecución de sus objetivos y en la prevención de los hechos o fenómenos que estima negativos para él mismo. Con el desarrollo de la sociedad y el de las tecnologías que esto lleva relacionado, en la actualidad se apuesta por un planteamiento de la seguridad integral caracterizado por la búsqueda del bien común, una consideración dinámica de la seguridad, una perspectiva integradora de esta con los demás sistemas sociales, la interacción y coordinación en el tratamiento de los distintos riesgos, el tratamiento especializado para los riesgos graves y un enfoque integrador de distintas disciplinas.
La evolución del hombre desde sus orígenes, superando etapas de predominio agrícola para llegar a la era industrial y entrar en la sociedad post industrial de la información y la comunicación en que se encuentra actualmente, ha añadido a los riesgos naturales, tradicionales y tecnológicos, los sociales derivados de las mismas técnicas y avances desarrollados por el hombre. Paralelamente a la aparición de nuevos riesgos vinculados a la tecnología, el desarrollo ha traído aparejado el surgimiento de grandes concentraciones demográficas, estructuras y sistemas de gran magnitud y complejidad con innumerables beneficios, pero también con la posibilidad de accidentes de extrema gravedad. Así, a cada etapa histórica se le pueden asociar, de forma genérica y con frecuencia de carácter acumulativo, riesgos que van desde los riesgos naturales (desde la Prehistoria) a los riesgos tecnológicos (que se inician en la era industrial) o a los riesgos sociales (propios de la era post industrial).
Actualmente la empresa constituye un sistema complejo que se encuentra inmerso e intensamente relacionado con otras estructuras más amplias que configuran la sociedad: administraciones públicas, consumidores, suministradores, medio ambiente, mercado laboral, financiero, etc. Estas relaciones están presididas por la incertidumbre que caracteriza el acierto en la toma de decisiones y la gestión orientadas al logro de los objetivos propuestos, y esa incertidumbre, a su vez, se ve más acusada por el dinamismo y el cambio acelerado que presiden las actividades de la empresa actual. La seguridad, como condición inherente a todos los sistemas y, por reducción, en cada uno de sus componentes, se ve afectada por esa misma característica de interrelación, incertidumbre y cambio y, en consecuencia, precisada a intervenir bajo nuevas perspectivas que contemplen estos factores.