Résumé: Gestión de desastres, las lecciones del temporal Las dramáticas escenas que hemos presenciado de ciudades virtualmente inundadas deben llevarnos a plantearnos una profunda reingeniería en la manera en que tradicionalmente hemos enfocado los desastres naturales. Se trata de cambios efectivos los cuales no pasan solo por cambiar el nombre a una institución sino por un enfoque basado en la capacidad de procesar oportunamente el flujo de información que tanto, la ciencia como la tecnología ponen hoy a nuestra disposición.
No resulta admisible seguir insistiendo en la búsqueda de explicaciones basadas en referencias históricas, olvidando la evidencia de que nuestro planeta afronta cambios climáticos sin precedentes, lo anterior equivale a conducir a alta velocidad por una carretera mirando solo por el espejo retrovisor.
Situaciones tan dramáticas cómo la acontecidas en Santa Cruz ,el colapso de varios puentes o la segunda inundación en menos de 30 días de la ciudad de Licantén, deben llevarnos a establecer las verdaderas causas de este desastre, implementando normativas que más allá del ámbito propio de la gestión de desastres, establezcan las responsabilidades personales o institucionales que han propiciado este tipo de situaciones cuyas consecuencias difícilmente pueden ser atribuidas exclusivamente a un “desastre de la naturaleza”.
